Es una campaña de prevención dirigida a niños de entre 2 a 9 años, capacitándolos en lo básico de cómo cuidarse, enseñando partes públicas (las que todo el mundo ve) cabeza, manos y pies, y partes privadas, las que nos tapamos cuando vamos a la playa, que cuidamos más porque son más importantes, la importancia de saber decir NO y de recalcar que los secretos no sirven. Lo enseñan por medio de un títere de mano, su meta es llegar antes de que las cosas sucedan y poder alcanzar a todos los niños de nuestra ciudad, entregando a cada niño un libro de cuentos: «Cuentos que no son Cuentos». El libro resulta de capacitador ante el niño. Además la iglesia cuenta con un grupo de contención abierto a la comunidad.