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Por el Dr. Facundo Alesina
Hace un año y medio que el peronismo perdió las elecciones a nivel nacional, provincial y local. No hubo una autocrítica profunda ni un análisis serio sobre las responsabilidades de quienes tomaron las decisiones que llevaron a las derrotas. Sólo hubo chicanas y acusaciones livianas. Al agotamiento natural de un espacio político (la historia argentina nos enseñó que la política es cíclica y que todos los partidos requieren de espacios de discusión interna para continuar con sus proyectos) se le sumó la elección unilateral de los candidatos, sin consultarle al pueblo. Hoy es ese mismo pueblo, nuestro pueblo, el que está pagando las consecuencias de los cambios en la política económica del gobierno de cambiemos: tarifas altísimas, despidos, pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento feroz, los ajustes, inflación que sigue creciendo, restricción de medicamentos y de atención a los jubilados, falta de alimentos en los comedores, de libros y de netbooks para los niños, entre otros “cambios” que implementó el gobierno actual con una absoluta falta de sensibilidad y con la excusa infantil de la “pesada herencia”.
Todas estas medidas de sufrimiento para las mayorías responden a la esencia del gobierno actual y reflejan el proyecto de país para pocos que están construyendo. Pero el peronismo tiene algo de responsabilidad: no supo brindar las mejores opciones electorales para que el pueblo pueda elegir otra opción. Y eso, se convierte en una mochila muy pesada para todos los que creemos que la política debe servir al pueblo y no a los intereses personales de los dirigentes de turno.
Ante este panorama, la estrategia de cambiemos es polarizar, administrando la grieta social, buscando victimizarse y escondiendo la realidad que vivimos. Hablan de corrupción, de las características personales de nuestra ex Presidencia, regresan todo el tiempo a la gestión anterior, pero no se hacen cargo del aumento de la pobreza y la indigencia, de todas las variables negativas de la economía, del dolor de las familias que ya no pueden acceder a la canasta básica.
En este contexto es que nosotros, desde el espacio conducido por Florencio Randazzo, volvemos a plantear la necesidad del debate y de la autocrítica. Muchos se burlaron o acusaron injustamente a Florencio de “no haber aceptado una lista única”. No podemos negociar el valor de la palabra. Florencio fue claro: él quiso ser pre-candidato a Presidente para competir en una PASO en la que los candidatos los eligiera el pueblo. La dirigencia tomó la decisión de una lista única y Florencio, tal como expresó desde un principio, dio un paso al costado del debate electoral y se dedicó a militar y a gestionar, acompañando desde el llano, como hicimos todos los miembros de su espacio, pese a que no nos convocaron, nos mantuvimos firmes defendiendo el proyecto.
Ahora bien, desde el Randazzismo hemos señalado que nos encontramos en las antípodas de las políticas llevas a cabo por el gobierno de cambiemos. Pero también somos conscientes que para romper con esta estrategia de polarización que milita el macrismo, necesitamos ampliar la base electoral. Para ello es fundamental que el Peronismo vaya a una Primaria y que la gente elija a los candidatos que mejor los represente. De esa manera lograría salir fortalecido. Es claro que cada vez que los candidatos fueron puestos a dedo nos ha ido mal. Paradójicamente, esta herramienta fenomenal, la han usado a nivel nacional todos los partidos políticos menos el Peronismo. No es casual que en los municipios de la Provincia en la que hubo PASO, como por ejemplo en Merlo o Moreno, ganó el peronismo. Los ciudadanos reclaman el protagonismo que les corresponde: ellos son quienes deben elegir.
En este sentido, Florencio Randazzo, respaldado varios sectores del Peronismo, del movimiento obrero, de intendentes y legisladores, de movimientos sociales, volvió a proponer la necesidad de la unión del peronismo y la reconstrucción del movimiento mediante una PASO que legitime a los candidatos. Nosotros, desde el randazzismo de Lobos, adherimos a esta idea y convocamos a todos los sectores a discutir la necesidad de una elección abierta, con el compromiso de presentarle las mejores propuestas a nuestros ciudadanos. A nivel local ya comenzamos a juntar avales y a reunirnos con todos los espacios afines, que quieran aportar su valiosa mirada y, juntos, poder devolverle a nuestros vecinos todos los derechos que le están siendo vedados por un proyecto que los excluye y los margina.
Los debates tienen que ser claros. No es Macri o Cristina. Es debatir si el proyecto que queremos va a beneficiar a las minorías más ricas o a las mayorías más pobres. El peronismo debe saldar su deuda con la sociedad, proponer las mejores opciones para el pueblo y la mejor manera es utilizando la herramienta de democratización política que creó en 2009: la Primaria Abierta, Simultánea y Obligatoria. Que sea la gente, el pueblo, la ciudadanía, quien elija libremente quienes son sus candidatos. Que se terminen las candidaturas a dedo de la superestructura. Y que los que ganen tengan el orgullo de representar al partido del pueblo y que los que pierdan, acompañen con la firmeza y la dignidad de formar parte de un espacio amplio, de debate y de construcción de un país más justo, más libre, más soberano y más igualitario.

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